En otras etapas de mi vida leí y experimenté con libros y métodos (interesantes) de productividad y gestión de tareas como GTD o Bullet Journal… para llegar con el tiempo y la experiencia a la misma conclusión que Oliver Burkeman defiende en este interesante librito: No hay tiempo para todo lo que uno considera importante y quiere hacer y lo mejor es asumirlo cuanto antes y aprender a soltar y a vivir en el presente. Este volumen, que leí en su versión original en inglés, va un poco más allá, tomando a Heiddeger como punto de partida, y se centra en trasladar claramente una idea bastante más fácil de leer que de asumir:
«Nuestro tiempo en la tierra es tremendamente limitado, la idea de que puedes llegar a todo es una quimera, asumir tu finitud te hará más libre y más feliz»
El libro gira continuamente a lo largo de diferentes capítulos sobre este concepto y podría parecer que nos ofrece pocas nuevas perspectivas, pero la idea central es suficientemente importante y tan difícil de integrar y poner en práctica en nuestra vida que quizá sea necesario tanto recordatorio, incluso a veces formulado de forma particularmente ácida:
«Cada vez que respondes a un correo electrónico, hay muchas posibilidades de provocar una respuesta a ese correo, que a su vez puede requerir otra respuesta, y así sucesivamente, hasta la muerte por calor del universo«
En definitiva, un pequeño libro que, en mi humilde opinión, bien vale la pena el tiempo invertido en su lectura para ayudarnos a redefinir nuestra relación con el tiempo, un concepto que (como bien se explica en el libro) no es algo que tenemos sino algo que somos.
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